Creo que alguna vez he mencionado que Leoncioto es extremadamente curioso. Lo observa todo con mucho detenimiento, se cuela en las casas de los vecinos a mirar, no da a basto en el carro mientras gira la cabeza de lado a lado para mirarlo todo y en los museos no es diferente.
Cuando fuimos al Oceanografic de Valencia se paró en todas las peceras y cuando lo sacabas de una para que fuera a ver otra nueva, se enfadaba.