Antes de que naciera Leoncito tenía muy claro que quería una habitación para bebés donde el pudiera estar seguro y campar a sus anchas.
NUNCA JAMÁS…
- ¡Nunca jamás, me escucharás durante un ratito porque aquí dentro me lo paso pipa!
- ¡Nunca jamás, estarás preocupada si me dejas sin vigilancia mientras vas a hacer ¡un pipiiiii!
Aquí voy a extenderme un poco más, porqué lo merece. No se vosotras, pero yo valoro mucho poder sentarme en la taza, sin tener que salir corriendo mientras me levanto los pantalones, o hacer pipi sin que una cabecita intente colarse para ver donde cae el pipi, o quedarme sin papel, porque Leoncito ha salido corriendo con el… Estoy segura que vosotras o vosotros también habéis vivido alguna aventurilla en esa parte de la casa. 😛
- ¡Nunca jamás, te asustará hasta ponerte blanca, oir un sonido más fuerte de lo normal porqué sabes que ahí estoy seguro!
- ¡Nunca jamás, pisarás un juguete! (bueno, no nos engañemos, de vez en cuando sale uno volando) 😛